jueves, 5 de octubre de 2017

Lo positivo del proces

Estos días de tensión y ambiente prebélico, con banderitas agitándose al viento como si de estandartes guerreros se tratara, con reyes llamando a sofocar los intentos de sedición por la fuerza y líderes políticos clamando por la rebelión, estos días, repito, se puede ver entre el humo que nos nubla la visión de la realidad unos aspectos cuanto menos positivos.

El primero, aunque parezca mentira, proviene del patriobajerismo que se está promoviendo en redes sociales y alimentado incluso desde el Pepé, con aquel hashtag de #hispanofobia, o la manifa con el lema "Yo soy español, español, español" o algo parecido que quieren hacer el domingo en Barcelona, para la que supongo que ya estarán fletando autobuses desde toda la piel de toro (incluso supongo que algún crucero piolinense) que se pagarán con aportaciones populares (los sobres se quedan en casa).

Este patriobajerismo, unido a la xenofobia latente pre y post atentados de Barcelona, es un caldo de cultivo para que la ultraderecha por fin se autodefina fuera de las faldas del Pepé. Necesitamos en España como agua de mayo un partido xenófobo y centralista, que sepa calar en esos sectores ultras de la nación, esos que está agitando el Pepé.

¿Por qué?

Simplemente porque este tipo de partidos están aislados. Un partido al estilo del Frente Nacional francés, que podría ser Vox, alardeando de sus ideas públicamente, con 40 escaños en el parlamento, significan 40 escaños aislados, inútiles, pero arrancados al Pepé.

Y significa que el Pepé por fin debería retratarse. O vuelve a absorver a la ultraderecha o se moderniza (lo de robar si ya tal...). Y la ruptura de ese monopolio de la derecha que tiene, con la aplicación de ese rodillo sobre la libertad que ya empieza a ser agobiante, y sobre todo, la apertura a la negociación.

No olvidemos además que este Pepé que ahora pone a Euskadi como ejemplo de lealtad (previo pago de 1.400 millones de euros), cuando tuvo 4 años de mayoría absoluta intervino en la autonomía vasca denunciando al constitucional todas y cada una de las resoluciones que tomaba su parlamento, en una injerencia agobiante a pesar de decir defender el Estatuto de Gernika y la Constitución.

La separación del grano de la paja le vendrá bien a los herederos directos del franquismo.

Pero ese no es el único punto positivo del proces, no se vayan todavía, que aún hay más (lo de los Looney Tonies del puerto de Barcelona me ha calado muy hondo).

Una declaración unilateral de independencia, el famoso DUI traería consigo la aplicación del también famoso artículo 155 de la Constitución.

Vale, chachi, guay...¿y después qué?

Pues no hay muchas alternativas. ¿Un gobierno de concentración? ¿Liderado por el Pepé, fuerza residual en Cataluña? ¿Por Ciudadanos? ¿Por el gobernador civil?

Poco iba a durar, ya que la Constitución, en su artículo 23 dice expresamente:

1. Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.

Lo cual es una putada para el famoso 155... sólo queda convocar elecciones... donde sin duda los que reclaman un referendum (que son más que los independentistas) iban a tener una amplia mayoría. Por narices no queda otra que negociar, no sólo sobre el encaje de Cataluña (y Euskadi de rebote) en España, sino sobre lo que nadie se atreve a tocar, la Constitución.

La Constitución, que es el problema principal. Esa Constitución que ya no puede mirar hacia otro lado. Esa Constitución es insuficiente, y ya es hora de reformarla.

Hay varios artículos que deberán ser revisados, entre ellos el 135, el que colaron con nocturnidad y alevosía. Y para que esa reforma tenga validez, se deberá hacer lo que nadie se atreve. Deberá ser refrendada por el pueblo.

¿Los catalanes, los vascos, y una buena parte de los españoles votarán que sí a una Constitución que sigue manteniendo este artículo?

Artículo 8


1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

¿O sea, mantener un ejército que sigue buscando enemigos de España más dentro de nuestras fronteras que fuera?

¿Y sobre todo... todo el título II, el referente a la Corona?

Pues seguramente que no.

Ahora se entiende el por qué del mensaje del Borbón, ¿eh, pillines?

Llevamos bastantes años ya mirando hacia otro lado, años de inanición durante los que hemos sido testigos de la caída del PSOE, del auge de Podemos, de inesperado proceso catalán, de la retirada a sus labores del Rey Campechano, de la indiferencia por el Rey Preparado, del auge desmedido y descarado de la corrupción. Años de desencanto, crisis y desconfianza en las instituciones.

Quizá se estén dando las condiciones adecuadas para cambiar esto de una vez. Aunque sea para que nada cambie.

Este blog no tiene publicidad y lo mantengo gracias a las ventas de mis novelas, que van desde el humor hasta la novela bélica. Prefiero vender una novela que recibir ingresos de AdSense para que alguien os coloque cualquier chorrada supernecesaria basada en las cockies que tenéis escondidas en vuestro PC. Puedes verlas todas mis obras y conocerme en mi página web:

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